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Guía Básica para el Cultivo de Cannabis

Guía Básica para el Cultivo de Cannabis


Si estás interesado en cultivar cannabis en casa pero no sabes por dónde comenzar, no te preocupes. Esta guía te proporcionará los conocimientos clave para iniciarte en el cultivo de cannabis, ayudándote a aprender todo lo que necesitas para convertirte en un experto.



SELECCIÓN DE SEMILLAS DE CANNABIS

El primer paso es obtener las semillas. Una excelente opción es elegir semillas de marihuana de calidad, que cuenten con una alta tasa de germinación y son conocidas por su fiabilidad.

El desafío más grande es elegir la variedad adecuada. Dada la gran variedad de genéticas disponibles, es fácil sentirse abrumado. Por eso, vamos a explicarte brevemente las diferencias entre las variedades índica y sativa.



ÍNDICA

Las plantas índica son más compactas y robustas, con tallos gruesos y hojas anchas. Su ciclo de floración es rápido y suelen producir cogollos más densos. Las índicas son populares entre quienes buscan efectos relajantes, a menudo descritas como cepas "nocturnas".

Los efectos típicos de las índica incluyen:



SATIVA

Las sativas son plantas altas, con tallos más largos y hojas estrechas. Su ciclo de floración es más largo que el de las índica, y sus efectos suelen ser más estimulantes y energizantes.

Los efectos comunes de las sativas incluyen:



Hoy en día, la mayoría de las variedades disponibles son híbridos, combinando características de las índica y la sativa. Estos híbridos pueden variar en dominancia, lo que influye en su morfología y efectos. Los cultivadores novatos suelen optar por variedades de dominancia índica, ya que son más fáciles de cuidar y se desarrollan rápidamente.



AUTOFLORECIENTES

Las variedades autoflorecientes son ideales para quienes desean evitar algunas complicaciones del cultivo. Estas cepas, que combinan genética índica, sativa y ruderalis, florecen según la edad de la planta en lugar de depender del ciclo de luz, a diferencia de las variedades fotoperiódicas. Las autoflorecientes suelen ser más pequeñas, lo que las hace perfectas para espacios reducidos. Si quieres saber más sobre cómo cultivarlas, te recomendamos leer nuestra guía específica sobre autoflorecientes.



MEDIO DE CULTIVO



Una vez que tienes las semillas, necesitas escoger los recipientes adecuados. Lo ideal es empezar con macetas de entre 7 y 11 litros. Asegúrate de que tengan agujeros en el fondo para que el agua drene correctamente, ya que el cannabis no tolera el exceso de humedad.

El sustrato que elijas es clave. Puedes usar mezclas universales para macetas, pero asegúrate de que sean lo suficientemente aireadas para permitir el desarrollo de las raíces. Una buena opción es agregar perlita a la tierra, lo que mejora la aireación y el drenaje.


Si optas por un sustrato específico para cannabis, no necesitarás añadir fertilizantes en las primeras semanas, ya que estas mezclas están enriquecidas con los nutrientes necesarios para la fase vegetativa.



ILUMINACIÓN


El cannabis necesita luz para crecer y aún más para florecer, por lo que un buen sistema de iluminación es crucial para una cosecha exitosa. Las lámparas LED de espectro completo son una excelente opción, ya que cubren todas las etapas del cultivo, desde el crecimiento hasta la floración, y consumen menos energía que otras opciones, como las lámparas HID.

Es importante que la luz de cultivo tenga suficiente potencia: una lámpara de 400-600W es adecuada para la mayoría de los cultivos de interior. Asegúrate de ajustar los horarios de iluminación según las fases del cultivo: 18 horas de luz y 6 de oscuridad para la fase vegetativa, y 12 horas de luz y 12 de oscuridad para la floración.



VENTILACIÓN Y FLUJO DE AIRE

Un flujo de aire adecuado es esencial para mantener las plantas sanas. Si cultivas en interior, necesitarás un extractor de aire y un ventilador para asegurar que las plantas reciban suficiente CO₂. Un extractor con filtro de carbón activado también ayuda a reducir los olores durante la floración.

Los ventiladores son clave para asegurar una circulación uniforme del aire y para prevenir problemas de humedad o moho. Además, el viento suave que generan fortalece los tallos, ayudando a las plantas a soportar el peso de los cogollos.



FERTILIZACIÓN Y NUTRIENTES

El cannabis necesita nutrientes específicos en cada fase de su ciclo de vida. Durante el crecimiento vegetativo, requiere nitrógeno y potasio, mientras que en la floración, es importante aumentar el fósforo. Los fertilizantes para cannabis suelen venir en dos tipos: uno para el crecimiento y otro para la floración.

Recuerda que el exceso de fertilización puede ser perjudicial. Un error común es dar demasiados nutrientes a las plantas, lo que puede causar que se enfermen. También es importante controlar el pH del agua y el sustrato para asegurarte de que las plantas absorban los nutrientes correctamente.



RIEGO Y LAVADO DE RAÍCES

Regar correctamente es fundamental. Es preferible regar con menos frecuencia y asegurarte de que la tierra se seque entre riegos. El exceso de agua puede causar problemas de hongos o plagas. Para saber cuándo regar, revisa la humedad de la tierra o el peso de la maceta.

El lavado de raíces es un proceso útil para eliminar el exceso de sales en el sustrato, especialmente si las plantas están enfermas o antes de la cosecha para mejorar el sabor de los cogollos.


CONCLUSIÓN

Aunque el cultivo de cannabis puede parecer abrumador al principio, con práctica y paciencia pronto dominarás todos los aspectos esenciales. Los cultivadores profesionales también empezaron como principiantes, y los errores son parte del proceso de aprendizaje. ¡No te desanimes y disfruta del camino!

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